Hasta hace apenas unos años, el desarrollo económico era sinónimo en muchos casos de un fuerte impacto ambiental y energético, así como de destrucción de los recursos existentes en nuestro entorno. Pero en la actualidad este proceso puede ser revertido gracias a la investigación y desarrollo de nuevas técnicas que permitan una cultura sostenible mediante la optimización de recursos y la reducción del impacto ambiental. Precisamente a esto se refiere el concepto de Eco-Innovación. Cada vez más empresas han sabido adaptarse a estas iniciativas emprendedoras. Invertir en ideas e innovación ecológica supone una responsabilidad social, ambiental o económica que cada vez más empresas han de marcarse como objetivo prioritario.

Cada vez son más las empresas que ponen en marcha planes de negocio que respetan el entorno, muchas de estas desarrolladas por mujeres, como la emprendedora Alicia Membrive con su empresa Atecam, que ha desarrollado un sistema único de refrigeración de alto rendimiento, con un ahorro en consumo de agua hasta un 95%, mejora de la eficiencia energética, ausencia de contaminación de cualquier tipo. Por todo esto ha sido galardonada con el primer premio del concurso de ideas Eco-Innovadora, organizado por el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio.
Con este tipo de iniciativas queda patente que la sostenibilidad, además de mejorar nuestro entorno, es cada vez más rentable.
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