Emprender es inseguridad.
Cada nueva situación nos lleva a una inseguridad más profunda que la anterior. Es un juego en el que nadie sabe cuál será el siguiente paso. ¡En esto radica la belleza del emprendimiento! Si fuera predecible, no valdría la pena hacerlo; si todo fuera tal y como deseáramos y no hubiese lugar para la incertidumbre, no seríamos emprendedores sino máquinas, ya que solo para ellas todo es seguro y cierto.
El emprendedor vive en libertad. La libertad necesita inseguridad e incertidumbre.
Texto adaptado del libro Miedo, de Osho.
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